Jorgelina, la beba abandonada en Parque Chacabuco que quieren adoptar dos policías

Una recién nacida fue rescatada este jueves de un contenedor de basura por dos policías de la Ciudad. Horas más tarde, los agentes se ofrecieron a darle un hogar, en un gesto solidario que muy improbablemente se concrete en la práctica. La Justicia dispone de 90 días para determinar qué pasó, antes de abrir el proceso de adopción.

La beba fue encontrada por un grupo de cartoneros que alertaron a la patrulla que custodiaba la zona de Curapaligüe y Zelarrayán, en el barrio de Parque Chacabuco. Los policías de la Comisaría Vecinal 7 B se acercaron y vieron a la recién nacida adentro de una bolsa de residuos negra.

Rápidamente la trasladaron al Hospital Piñero, de la zona sur de Flores, donde la guardia médica la mantiene en una incubadora. Según informaron, pesaba 3,5 kilos, tenía pocas horas de vida y se encontraba bien de salud. La nombraron Jorgelina.

"Alguien interpretó que el nombre de uno de nosotros era Jorge", contaba a los medios Daniel Donato, uno de los agentes que auxiliaron a la beba.

"Se siente satisfacción porque gracias a lo que hicimos, la ayudamos a que esté mejor -expresó su compañero Víctor Nicolás Díaz-. Fue en conjunto con las motos, el móvil, el cordón sanitario para tratar de llegar lo antes posible, y de acá para adentro ya se encargaron los médicos".

En el caso, interviene ahora la Fiscalía de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas Número 25, a cargo de Roberto Maragliano, que pidió como medida de prueba monitorear las cámaras de la zona y recabar testigos, informaron a Clarín fuentes del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.

Además se dispusieron actuaciones por abandono de persona ​e implantar una consigna policial en el hospital para seguir el estado de salud de la beba. También se le dio intervención al Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad y a la Asesoría Tutelar de turno.

"La verdad es que desde anoche tuve infinidad de mensajes de gente que no conozco preguntando cómo traer ropa y ayudar", relataba emocionado el policía Díaz a un canal de noticias. Un notero le preguntó si la adoptaría.

"Yo me ofrezco -contestó rápidamente-. La verdad es que creo que cualquiera quisiera ayudar en la situación en la que se la encontró y tratar de que tenga un futuro mejor”.

A su lado, Donato también se mostró interesado. “Yo también. Previo a esto con mi novia hablamos ese tema y ahora se dio esto y vamos a ver", dijo.

El ofrecimiento tiene casi nulas posibilidades de concretarse, explicó a Clarín Pilar Molina, secretaria general de Gestión del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad: “Es una expresión de deseo, de compromiso solidario a la comunidad, que me parece muy linda y que sucede siempre que hay chicos y chicas abandonados, pero el proceso de adopción requiere de pasos específicos".

"La única forma en la que uno puede presentarse como adoptante si no está inscripto en el registro de manera previa es cuando hay una convocatoria pública. Esas convocatorias se realizan cuando ya se buscaron familias para chicos en adopción tanto en el distrito como en toda la República Argentina, y la búsqueda fue fallida", detalló.

Eso, en general, no sucede, porque cuando los bebés son dados en adopción rápidamente se consiguen familias, siguió. "Estas búsquedas abiertas en general se registran en instancias críticas con grupos de hermanos que tienen edades avanzadas, tal vez de cinco pibes donde tenés uno de 16 y otro de 5. Pero el 90% de los inscriptos quieren chicos de menos de 3 años. Entonces, un bebé casi nunca llega a un proceso de búsqueda abierta".

De todas formas, para llegar a la instancia de adopción faltan meses. Ante una situación de abandono, como este caso, la funcionaria detalló que hay un procedimiento y plazos establecidos de manera conjunta por la Ley Nacional 26.061, la Ley 114 de la Ciudad y el Código Civil.

Primero, la beba debe recibir el alta médica, y luego hay un plazo máximo de 90 días para que se evalúe cuál fue el contexto en el que se produjo el abandono y se puedan presentar familiares a la Justicia. Durante ese lapso de tiempo, el Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes define si alojarla con una familia de tránsito o en un hogar.

"Hay una red de instituciones que dependen del Consejo y que son orquestadas por nosotros. En el Ministerio Público Tutelar somos parte del Poder Judicial de la Ciudad y supervisamos el cuidado de los pibes y pibas en esas instituciones, además de ofrecer una serie de recursos", explicó a Clarín Molina.

Y agregó: "En esos 90 días, si surgiera un vínculo afectivo, primero se tiene que comprobar la relación con esa persona y después debe ser evaluada por un equipo interdisciplinario del Consejo para determinar si es o son aptos para su cuidado. Puede aparecer una tía, el padre o la misma madre y plantear que no fue ella la que abandonó a la bebé", por ejemplo.

"En el caso en el que no aparezca nadie o que los que aparezcan no puedan acreditar el vínculo o no sean sanos para cuidarla como corresponde, recién ahí se puede decretar la situación de adoptabilidad a los 90 días y se abre un proceso de convocatoria de familias, que tienen que estar anotadas en el registro RUAGA (Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos) de la Ciudad".

Molina pidió "evitar sacar conclusiones apresuradas que lo único que hacen es estigmatizar a personas que sufren en este tipo de casos. Se plantea que seguro al bebé lo abandonó su mamá, que no tiene corazón, que cómo el Estado dejó que esa mama tuviera a ese bebé y que capaz que lo abandonó sin que el papa supiera".

Y concluyó: "Son un montón de presunciones que tienen un tinte bastante complicado respecto a una mirada de género y no hay que olvidar que puede tratarse de una mujer que puede estar en una situación de violencia, o que quizás ni siquiera fue la mamá la que la abandonó".

NS