Años bisiestos: quién los inventó, cuándo ocurren en realidad y otras curiosidades

Si pensabas que los emperadores romanos sentenciaban a muerte a los gladiadores bajando el dedo o que Julio César dijo “Tú también, Bruto, hijo mío” cuando le asesinaron el 15 de marzo del 44 antes de Cristo, te equivocas en ambos casos. Igual que si crees, como siempre nos han dicho, que un año bisiesto ocurre cada cuatro años. Por cierto, sobre el inventor de la costumbre de añadir un día extra al calendario ya te hemos dejado pistas, pero vayamos por partes.

Seguro que lo básico ya lo sabes: cada cuatro años se agrega un día adicional al calendario para sincronizarlo con el año solar. En un año bisiesto, el día adicional se agrega el último día de febrero, dándole 29 días en lugar de 28.

Pero la explicación más detallada es que cada año, según el calendario que usamos, en nuestro caso el gregoriano, dura 365 días. Cada día es una vuelta de la Tierra sobre sí misma, mientras gira durante todo el año alrededor del Sol y el 1 de enero volvemos al punto de partida en la órbita terrestre. O casi. En realidad, la Tierra gira 365,24219 veces, por lo que tardamos en dar una vuelta completa al Sol 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, lo que se llama un año trópico. ¿Y entonces qué pasa con ese tiempo restante?

Para compensar esas más de 5 horas que perdemos cada año, desde hace siglos contamos con la tradición de sumar un día extra al calendario cada cuatro años. Ese día es el 29 de febrero y implica que nos encontramos en un año bisiesto, una expresión que deriva del latín: 'bis sextus dies ante calendas martii' (repítase el sexto día antes del primer día del mes de marzo).

Por lo tanto fueron los romanos, y en concreto Julio César, sus creadores. Transcurría el año 49 a. C. cuando César llegó a Egipto y encargó al astrónomo Sosígenes de Alejandría la tarea de diseñar un nuevo calendario a la altura y exactitud que el imperio necesitaba. Este diseñó uno basado principalmente en el calendario egipcio, pero conservando los nombres de los meses romanos. Este calendario poseía una duración de 365 días y un día adicional inicialmente cada cuatro años, para compensar un desfase natural producido por la revolución no sincrónica de la Tierra en torno al Sol.

La compensación de los desfases que tenía acumulados el calendario romano obligó a que el año 46 a.C. se convirtiera en el año más largo de la historia, con 445 días de duración para compensar e iniciar nuevamente de cero. A este inusual año se le llamóel 'año de la confusión' o 'año juliano', ya que así se bautizó el calendario en honor a Julio César.

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Saltamos ahora hasta el año 1582, cuando la discrepancia de 11 minutos en el no-tan-preciso calendario juliano había sumado hasta 10 días en este punto. Entonces el papa Gregorio XIII crea el calendario gregoriano y quita 10 días desde el mes de octubre, además de establecer el 29 de febrero como la fecha oficial para agregar durante un año bisiesto.

¿Pero se cumple a rajatabla la norma de que cada 4 años hay uno bisiesto? No hija no. Hay que tener en cuenta que no serán años bisiestos los que sean múltiplos de 100, a menos que sean divisibles por 400. Por esa razón no fueron bisiestos ni el año 1800 ni el 1900, pero sí lo fue el 2000.

Y respecto a las curiosidades y leyendas que rodean a este día extra, en Irlanda el 29 de febrero se conoce como Bachelor’s Day (Día de los Solteros) y durante el mismo se permite a la mujer pedir matrimonio al hombre. Muy #metoo todo, vaya. Antaño, si el varón rechazaba la propuesta debía comprar un vestido de seda a la mujer, mientras que en épocas más modernas, un abrigo de piel. Un win-win para ellas.

En algunos países como Escocia, el día 29 de febrero se asocia con la mala suerte, y para los griegos casarse en un año bisiesto traerá mala fortuna a la pareja, más aún si la boda se celebra en un 29 de febrero. Los defensores de equiparar al 29F con el martes y 13, se apoyan en las sucesivas desgracias que acontecieron en años bisiestos: en 1912 se hundió el Titanic; en 1948 asesinaron a Gandhi, veinte años más tarde a Martin Luther King y en 1980, a John Lennon.

En España son unas 30.000 las personas que celebran su cumpleaños una vez cada cuatro años, entre ellas el presidente del Gobierno Pedro Sánchez que este 29 de febrero cumplirá nada menos que 12 añitos. Esperamos que lo celebre con sus amiguetes con una fiesta temática de Minecraft o Harry Potter, a elegir.