Ponle Corazón: el albergue para niños con cáncer que existe gracias a las donaciones

Ponle Corazón: el albergue para niños con cáncer que existe gracias a las donaciones

Desde hace 55 años, el albergue Frieda Heller aloja a pacientes con cáncer que llegan desde el interior del país para recibir o seguir con sus tratamientos en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).Ponle Corazón: el albergue para niños con cáncer que existe gracias a las donaciones Ponle Corazón: el albergue para niños con cáncer que existe gracias a las donaciones

La casa ubicada en la cuadra 10 de la Av. Primavera, en San Borja, cuenta con 66 camas y cubre algunos gastos como alimentación y transporte. Además, cuenta con personal médico, asistentas sociales, psicólogas, educadoras y 150 voluntarias activas, quienes acompañan a los pacientes y a sus familiares durante los tratamientos.

El albergue existe gracias a lo recaudado año a año por la colecta Ponle Corazón organizada por la Fundación Peruana de Cáncer. Entre hoy y mañana, 5 mil voluntarios recorrerán las calles de más de 18 ciudades con la consigna de llegar a los S/1,6 millones.

“No podemos decirles (a los pacientes) que se van a curar. Lo que sí podemos hacer es acompañarlos y darles calidad de vida”, señala Ana María Chacaltana, gerente de recaudación y “voluntaria de corazón”, como ella misma se llama.

Ponle Corazón: el albergue para niños con cáncer que existe gracias a las donaciones

Parte de lo recaudado también se utiliza para cubrir gastos médicos, exámenes, prótesis, entre otros que no asume el Seguro Integral de Salud. Asimismo, se brinda pasantías de especialización y capacitación a los médicos del INEN en hospitales oncológicos del extranjero. Ponle Corazón también contribuye con la donación de equipos e instrumentos al INEN y a otros hospitales públicos.

—Puertas abiertas —Todos los pacientes acogidos son derivados al albergue por asistentes sociales del INEN. Solo el año pasado, de las 500 solicitudes que recibió el hospital, Frieda Heller atendió la cuarta parte.

A pesar de la adversidad, en el albergue el panorama es esperanzador. Después de sus chequeos médicos, los niños juegan y discuten sobre quiénes podrán recorrer las calles para la colecta Ponle Corazón.

La casa acepta a pacientes de todas las edades."Hemos recibido niños desde los cero años hasta los 90 años", explica Mónica Pinares, la coordinadora del albergue.

Por su parte, María Fe Robles cuenta que hasta ha visto a niños dar sus primeros pasos en el lugar. Ella es voluntaria activa y va casi todos los días a la casa. A penas la ven, los niños se le acercan y se prenden de su cuello.

"Uno piensa que no le va a tocar. El cáncer se ve como una enfermedad lejana, pero cuando llega, se viene todo tu mundo abajo. Este tipo de acompañamiento es muy importante, sobre todo para los pacientes más pequeños", explica Robles.

El albergue también acepta algunas donaciones, como ropa abrigadora de todas las tallas, útiles de aseo, productos de limpieza, víveres no perecibles, entre otros. Las personas que deseen ser voluntarias pueden inscribirse a través de la página web de la Fundación Peruana de Cáncer o llamando al 372-4746 o al 3724242.

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