Ropa de segunda mano: Cómo evitar los riesgos de las prendas usadas

Si te subiste a la ola vintage y ahora solo compras ropa usada, debes saber que no siempre la encuentras en las mejores condiciones.

Dependiendo de dónde sea, cómo se guardó, durante cuánto tiempo y en dónde la compraste, las prendas de segunda mano pueden acumular mucho polvo, bichos e incluso podrían contagiar ciertas enfermedades.

Los piojos, ácaros y químicos son los más comunes y podrían causar dermatitis, tiña, sarna e incluso en algunos casos podrían transmitir la gonorrea.

Para evitar estos problemas -algunos bastante graves- lo mejor es desinfectar adecuadamente la ropa antes de usarla.

Primer paso

Antes de pensar cómo la vas a desinfectar, debes encontrar una pieza que te encante. Cuando estés en tu tienda de ropa usada favorita, o recibas tu encargo, lo primero que debes hacer es buscar rastros de animales. Sí, y no siempre será fácil.

Los chinches son un tipo de plaga que se alimenta de sangre humana y arrancan ante la exposición a la luz. Por eso debes revisar las bastas y las costuras en búsqueda de huevos, larvas o residuos que estos bichos hayan podido dejar como evidencia.

¿Cómo la puedo desinfectar?

El método de desinfección dependerá de la prenda que quieras tratar. Muchas veces nos entusiasmamos con los descubrimientos en la ropa americana, que no reparamos que no todo se puede echar a la lavadora.

Lo que sí puedas lavar, trata de que sea a la temperatura más alta que la ropa y la lavadora permite. Si no estás seguro de cómo se debe lavar, primero puedes revisar qué dice la etiqueta de la prenda.

Le puedes dar el último toque de desinfección dejando la ropa colgada a pleno sol, así se irán los últimos bichos y bacterias. Además, puedes invertir en un desinfectante para ropa del mercado.

Si es que se trata de una pieza que no se puede mojar tienes un par de opciones. Si es que la etiqueta lo permite, puedes meterla a la secadora, programada en la temperatura más alta posible.

Otro tip, que ha sido recomendado, es poner la ropa en una bolsa plástica herméticamente sellada. Puedes forrarla con huincha de embalaje si es que te quieres asegurar, y congelarla por 5 días a un mes en el freezer. Una vez transcurrido el tiempo puedes sacudirla con vigor para dejar caer los restos de los bichos que queden.

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