Ausencia de estudiantes de escuelas facilita su reclutamiento en pandillas

Ausencia de estudiantes de escuelas facilita su reclutamiento en pandillas

“Nos preocupa porque el cierre de las escuelas ha propiciado el ocio y los jóvenes ya no ocupan su tiempo en el estudio y se juntan con estos grupos criminales”, explicó el comisario David Boteo, jefe de la División Contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda).Ausencia de estudiantes de escuelas facilita su reclutamiento en pandillas Ausencia de estudiantes de escuelas facilita su reclutamiento en pandillas

Boteo dijo que los pandilleros suelen obsequiar teléfonos a los niños y adolescentes con el objetivo de mantenerse comunicados con ellos y luego los envían a entregar celulares para extorsionar a víctimas y a recolectar el dinero.

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Al llegar a los 13 años, los adolescentes ya están listos para comenzar con el “chequeo”, una especie de evaluación en el que las pandillas determinan si un menor de edad ya está apto para ser tomado en cuenta dentro de la banda, puntualizó el comisario policial.

Antes, el ingreso de un adolescente a la pandilla ocurría después de ser vapuleado por los integrantes de la banda, pero ahora esto pasa después de que cumple la orden del líder de una clica de asesinar a cierto número de personas.

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También se ha sabido de que estos grupos delictivos seducen a los niños mediante la entrega de regalos como tenis, ropa o dinero, o por el contrario cuando esto no funciona los amenazan a ellos y a sus familias.

A pesar de que la Dipanda ha mantenido esfuerzos por contrarrestar el involucramiento de los menores a través de visitas a las colonias y barrios considerados “zonas rojas”, Boteo reconoce que este fenómeno se ha incrementado a raíz de la pandemia.

“Definitivamente, porque cada día hay más necesidades económicas y muchos niños y adolescentes buscan dinero”, señaló el jefe policial. Por lo regular, estos jóvenes viven en áreas pobres donde los jefes de las clicas tienen sus centros de operaciones.

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Aumento solo de denuncias

Un reciente informe de la organización Diálogos destaca un aumento de las extorsiones. Según datos del Ministerio Público, las denuncias pasaron de un promedio mensual de mil 63, en 2020, a mil 231 este año, con datos hasta el 31 de julio.

Ausencia de estudiantes de escuelas facilita su reclutamiento en pandillas

Boteo explica que, aunque el número de las extorsiones se haya incrementado esto no significa un aumento del delito.

El comisario policial dijo que hasta el 78% de estas denuncias provienen de imitadores, delincuentes que fingen ser pandilleros y que se valen de información de redes sociales y de números de teléfono que aún aparecen en guías telefónicas para amedrentar a las personas.

En estos casos la Policía ha logrado determinar que con una recarga de Q10 que ofrece llamada sin límite por un día, un imitador puede amenazar hasta 200 personas y que es “un logro” si de estas por lo menos cinco les depositan Q2 mil.

El año pasado en la cárcel de Cantel, Quetzaltenango, localizaron a un reo que en un día hacía 150 llamadas y producto de las extorsiones vivía con lujos dentro del penal, pero estos se le terminaron cuando fue descubierto, indicó Boteo.

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Aseguró que las extorsiones que provienen de imitadores “no representan ningún riesgo para sus víctimas” y que, con una buena asesoría de la PNC a los afectados se logra que estos no entreguen dinero a los imitadores o los depositen en cuentas bancarias que estos habilitan. “Solo se les dice que bloqueen los números de teléfono y que borren su información de Facebook y eso ayuda”, aseveró el director de Dipanda.

“La problemática puede ir en alza por la cantidad de llamadas que realizan los extorsionistas, pero la extorsión real, donde se paga una cantidad económica, se mantiene”; es decir, no ha subido, destacó.

Pandillas, problemática distinta

Contrario a los imitadores, las extorsiones que provienen de pandilla están enfocadas en empresas puntuales que pagan dicha exacción desde hace años.

En estos casos, la Policía sabe que los pandilleros sí son capaces de cometer crímenes por lo cual piden a la población que denuncie cualquier actividad de estos grupos que ocurra en los barrios y colonias, para coordinar operativos e incautar armas de fuego.

Para motivar a la población a que denuncie estos casos, el programa internacional Crime Stoppers, oficina de Guatemala, ha impulsado desde el 2017, en colaboración con la PNC, el sitio de denuncias www.tupista.gt que recibe información de presencia de grupos delictivos y que sus promotores aseguran es en completa anonimidad.

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“La idea es conectar al ciudadano con las autoridades y garantizar el anonimato de la persona que comparte la información”, asegura Pedro Cruz, director de Crime Stopper en Guatemala.

Cruz dice que la información que se reciben en la plataforma tupista.gt es de calidad y permite a las autoridades de investigación contar con detalles que, probablemente, un denunciante no lo dice cuando lo hace en persona o por teléfono.

Actualmente hay 46 procesos de investigación de extorsión abiertos con información anónima que llegó a través de dicho sitio en internet.

Estas denuncias han permitido establecer una clara presencia de la mara 18 en este delito y que los lugares con más denuncias son San José Pinula, Quiché, Guatemala, Amatitlán, Mixco, Villa Nueva, Chimaltenango y Huehuetenango.

¿Por qué se inolucran los jóvenes en pandillas?

La Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) considera que el riesgo del ingreso de menores de edad a pandillas está determinado por el entorno en que vive el niño o adolescente, pero sobre todo por su relación con la familia, si esta no satisface sus necesidades básicas y afectivas, lo que empeora si el niño o adolescente vive en medio de violencia intrafamiliar o consumo de drogas.

El ser humano, por naturaleza, siente la necesidad de pertenecer a un grupo y si no se siente parte de su familia las pandillas aprovechan eso para captar al adolescente, afirma Carlos Gómez, subsecretario de Protección y Acogimiento de la Niñez y Adolescencia.

Además, los menores se sienten atraídos no solo por los obsequios que las pandillas pueden ofrecerles, sino también por la identidad que estos grupos se han forjado, en cuanto a modo de hablar o vestir, por ejemplo.

En cuanto a en qué áreas están en más riesgo los niños y adolescente, Gomez señala que “en cualquier lado”, pero que los padres o los familiares cercanos pueden identificar cuando las pandillas están intentando captarl a un menor si de repente este “lleva un celular nuevo, ropa nueva, llega tarde o lleva a amigos nuevos”.

Actualmente la SBS trata de llevar a cabo en lugares donde hay más vulnerabilidad pláticas para prevenir que niños y adolescentes se involucren en pandillas, pare ello se valen de otros jóvenes quienes tratan de persuadirlos y les informan de los riesgos a los que se exponen.

Necesidad de clases

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha destacado la urgente necesidad de volver a clases presenciales.

“El precio del cierre de las escuelas ha sido devastador. Su salud, su desarrollo, seguridad y su bienestar están en peligro. Los niños más vulnerables sufrirán las peores consecuencias”, advirtió Henrietta Fore, directora ejecuta de Unicef.

Segú el Fondo, cada vez hay más pruebas y evidencias de que las escuelas no son la causa de la pandemia, por lo cual el cierre de los establecimientos educativos debe evitare en lo posible e implementarse solo cuando sea la última opción.

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